Por Ayelen Rodriguez
Embrollo: situación o asunto confuso, desordenado, problemático o difícil de resolver.
Cuando te das cuenta que pasas muchas horas frente a la pantalla, del celu, de la tablet, de la tele, de la compu, cuando se te mezcla la realidad con la ficción, cuando no sabes si esto es esto o es lo que ves a través de la pantalla, se arma un confusión.
Algo así como un embrollo mental, de ideas, de idas y vueltas, dónde la realidad se mezcla con la ficción hasta que la ficción ya es realidad, y al revés. Porque eso de que la realidad supera la ficción ya pasó de moda. Diría que la ficción es la realidad.
Miraba (en una pantalla) un recital en vivo donde los fanáticos miraban a través de las pantallas de sus celulares lo que estaban grabando en vivo.
La oración es confusa, porque así de loco es. Estás parado escuchando a tu cantante favorito pero tu celular está filmándolo todo y vos ves si se está grabando bien, y elegís seguir mirando la pantalla. Si miraban el celular, ¿estaban mirando el recitar o la pantalla?
Es una práctica válida, y frecuente, pero entonces ¿cuál es la diferencia entre presenciar el recital o verlo en casa en HD?
El jueves fui a un local de comidas rápidas y mientras esperaba que me trajeran el pedido pude contemplar una escena curiosa: un señor estaba con sus dos hijos sentados en una mesa con restos de comida de los comensales anteriores.
Cuando vi que se sentaba con sus hijos, dos niños de aproximadamente 2 y 5 años, creí que a la brevedad alguien vendría con combos para cuatro y tiraría ahí los restos de comida que inmóviles estaba en las bandejas. Sin embargo, eso nunca pasó. Lo llamativo para mí, fue que el señor hizo posar a sus hijos frente a las bandejas y les sacó fotos, pidiendo que sonrieran. Se quedó unos minutos más. No sé para qué. Acto seguido, se fue contento con los niños; muy contento como si tuviera la panza llena y con la alegría de haber logrado un cometido.
No es ficción. Esto lo vi yo.
Es ficción. El tipo nunca comió nada y sus nenes tampoco.
Es ficción: un montaje de un almuerzo que nunca existió. Fotos de un invento, de un sueño, de una representación, de algo que nunca sucedió.
¿O sí?
Si yo viera solo la imagen, diría que sí.
"¿Para qué lo hace?" Para mostrar, supuse. Las habrá subido a las redes, pensé.
"¿Para quién?" Pensé después.
¿Una imagen de un almuerzo implica que hubo ahí un almuerzo?
Lo que vemos: ¿refleja lo que pasó? ¿Refleja lo que hay? ¿Refleja lo que es?
Se me hace de nuevo el embrollo. A veces, se elije qué mostrar y otras qué ocultar. Pero muchas veces se muestra aquello que se suele querer tapar.
¿Puede haber un acto más indigno que mostrar aparentando una felicidad que no existe? Una imagen en Mc Donalds dónde mostrás un padre proveedor, feliz, disfrutando con tus hijos cuando al menos alguien, por ejemplo yo, te ve haciendo un "como si" de todo ese circo que nunca existió.
¿Para qué tanto teatro? ¿Para que te viera tu ex? ¿O tu actual? ¿O tus amigos?
Querés tapar lo que no podés: tu realidad ficcionada, fue la más real de todas conmigo cuando yo te vi, y vi que me viste. Pero como no te conozco, no te importó.
Pero yo me acuerdo, y me pregunto qué tan real es todo lo que veo, en esta hiper virtualidad de pantallas táctiles que hacen realidad lo que se muestra, haya sucedido o no...
Hace un rato miraba lo que pasa en Bolivia. Desde la comodidad de mi casa, tomando mate. Y pienso: ¿Es real? ¿Qué tan real?
Como si estuviera mirando una peli, o un vídeo de historia en Youtube, como si estuviera mirando una serie de Netflix, como si estuviera mirando en las redes la foto del tipo con sus hijos en Mc Donalds, como si fuera un invento, un sueño, una representación de algo que no sucede, me creo esta realidad que parece de ciencia ficción.
Imagen1: Infonodal