Por Haydee Cecilia Carballido*
Gorda, gordita, rellenita, ¡cómo engordó esta nena!
¿¿Cuánto pesas??
Cuantas maneras de nombrarme y cuantas maneras de reconocerme.
Esa idea de redondez marcó mi vida. Por eso debe ser que me gustan los objetos con lineas rectas y despojadas. Prefiero los muebles simples, sin curvas; los adornos sin brillos ni oropeles; la ropa ligera y liviana. Nada que pese, nada que sobre, nada que sobresalga.
La historia del cuerpo de uno (cuando uno no quiere a su cuerpo), es tristemente fatal y condicionante para lo que queremos ser, hacer y proyectar. Es como estar preso.
Lamento tanto no haber sido mas amable conmigo.
Me arrepiento una y mil veces no haber aprendido a aceptarme.
Fue una batalla desigual, una batalla perdida.
* Haydee tiene 60 años y, según dice, recién está empezando a quererse.
Le pasan cosas y desde ese sentir decidió compartir estas palabras.
Su contacto: hayceca@gmail.com.
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