Por Ayelen Rodriguez
~1~
Cuando tu cabellera hirviendo toca la arena caliente, sucede que el calor se apaga y una temperatura raramente perfecta se siente.
Un zumbido. Parecido a meter la cabeza abajo del mar, parecido a lo que sería estar adentro de un pozo, parecido al murmullo de un teatro a sala llena antes de la función.
Parecido, pero igual a nada.
Algo se pierde. Parecido al olvido del celular, parecido a no encontrar la salida del laberinto, parecido a perder un amor; tal vez, parecido a morir. Sin dimensión de tiempo y espacio, se pierde.
Parecido, pero igual a nada.
La temperatura singular, inmedible y perfecta, el sonido indescriptible del silencio natural y la perdida irremediable, arrojan una sabia sensación de perplejidad y resignación al aquí y ahora, ineludible, que hacen un encuentro profundo
con uno mismo.
~2~
Somníferos.
El canto de las aves.
El olor a sandía.
Tu abrazo.
Somníferos.
Droga, medicamento.
Las siete de la tarde en verano.
La seis de la tarde en otoño.
Las cinco de la tarde en invierno.
Y en primavera, a cualquier hora.
Somniferos.
El sonido del mar.
~3~
La textura de tu texto
se parece a esto.
Se pierde
como arena entre mis dedos.
Cada letra forma un todo
como cada granito hace a la playa.
Me tocas con palabras
pero te mezclas en el conjunto
con tu textura sensible
que nunca logra la solidez que necesito.
Se pierde
en promesas incumplidas
y reproches mundanos.
El sin sentido de tus palabras
es la desesperanza
en volver a ser "nosotros".
Por favor,
no me toques más.
....
Bello