Por Ayelen Rodriguez
Amapola no es una bendición, ni una nena, ni una beba, ni una chiquitita, ni una criatura, ni un infante, ni una pequeña, ni una muñeca, ni un paquete, ni una niña, ni un bodoque, ni... 💫 Sin embargo, Poli es todo eso a la vez, según el día, cada circunstancia, o cada quién... pero como es taaanto más que eso, siento que todos esos sustantivos le quedan chiquitos y no la representan. 💫 Amapola es mi (nuestra) hija. Pero "hija" es también un sustantivo chiquito teniendo en cuenta su inmensidad, incluso teniendo en cuenta todo lo que ella es para mi: mi compañera, mi amor, mi vida, mi todo. El principio y el final... Le pasa a todos con sus hijos, ¿verdad? 💫 A veces, le invento formas de llamarla, porque creo que tal vez pueda encontrar en mi imaginación una palabra que la defina mejor. Pero no, no funciona... Y otras veces la llamo "pimpollito", porque me gusta pensar que tiene una potencialidad enorme que a medida que florezca descubriré... ¿Será? 💫 "Amapola", fue un nombre elegido con mucho cuidado, en una secuencialidad de hechos que determinaron su llegada al mundo. Y si bien algunos dicen que se parece al papá y otros a la mamá, sus rasgos y su unicidad corporal no limitan todo su extenso ser, que es excepcional, original y profundo como el origen de su nombre. 💫 Amapola es Amapola.
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