Por Luna Reynoso*
El mundo
Te escribo esto por el puro entusiasmo de ir plasmando en papel cosas que quiero contarte y siento que no pueden esperar.
Faltan cuatro meses para que llegues y ya empecé a escribirte, porque creo que es una de las cosas que mejor me salen.
Te quiero contar algunas cosas importantes del mundo, que es mucho más grande de lo que vas a poder imaginarte ahora.
Por ahora vos todavía vivís dentro de mí.
Dicen que en una temperatura muy cálida y que no sentís casi nada que te pueda molestar del afuera. Yo me ocupo mucho de no hacerte sentir incómoda, espero que me esté saliendo bien.
Vivís acá y las dos vivimos en una casa, con tu papá, Ditto y Luca.
A ellos tres no te vas a tardar en conocerlos. Mucho menos a tu papá, que te espera junto a mí desde antes de saber que sí ibas a venir.
La casa que alquilamos está en un barrio, que es como un conjunto de casas, calles, vecinos y escuelas.
También hay plazas, panaderías y perritos vagando por ahí.
Y este barrio, está en una provincia, que aprovecho para contarte, tiene un nombre que me suena muy esperanzador y un puerto intrincado, que tuvo inspirado a Quinquela por varios años.
Buenos Aires, a la vez, está en un país, Jade. Y describirte a este país se volvería tan pero tan extenso que quizás llegarías y aún podría seguir escribiéndote esto.
Creo que por lo que es tan difícil describirlo es porque todos lo vemos muy muy distinto. Hay quienes ven bueno lo que a otros les parece malo y al revés, todo el tiempo y con cada cosa, ínfima, mediana o gigante.
Esto que te cuento, de la falta de acuerdos, es algo que pasa muy seguido. A veces más de lo que esperaríamos. Pero, de alguna forma, esto mantiene divertido al mundo, moviéndose entre contradicciones.
Lo que también te quiero contar es que acá te esperan muchos lugares para conocer.
Nuestro país es rico en paisajes. Y cada paisaje, te va a regalar un aprendizaje distinto. Por eso con papá queremos que conozcas todo lo posible, para que después puedas elegir.
Te espera lo helado del Fin del Mundo y lo más alto de La Quiaca (que es un lugar muy cerquita de donde dejamos, con papá, un sueño por cumplir).
Jade, son pocas las cosas que voy a poder asegurarte en este camino al que vas a venir. Pero una de esas es que este mundo no te va a dar tiempo de aburrirte.
Que no te engañen los relojes, porque vas a tener mucho tiempo de elegir si preferís montañas o mares, y si ves cosas buenas en lo malo o cosas malas en lo bueno, vos vas a ser tu propio yin y yang.
Lo bueno, hija, es que el mundo ya te está esperando,
y que
yo
la casa
nuestro barrio
Buenos Aires
su puerto
Argentina
el fin del mundo
la Quiaca
los mares
y las montañas,
se convirtieron en lugares mucho más prometedores desde que supimos que vos venías en camino.
* Es autora de "Lo que llevamos dentro", "Somos colecciones" y "Fémina". Ilustra sus propios libros en collages y está estudiando psicopedagogía. Ahora un nuevo rol se le está dando y va a ser mamá. Por eso es que nos acerca, esta vez, la carta que le escribió a Jade, la hija que está esperando.
Conocé mas sobre la autora acá: @cleomatria @lunaybrote
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