Por Ayelen Rodriguez
Falta poco. Y no es que sea adivina, sino que hay un "tic-tac" que me desborda, de semanas y meses, que me cuenta desde el comienzo que el embarazo es una etapa finita, que concluirá de modo sorprendente, sea como sea, porque, claro, ya no depende de mí... Y sé por eso, que falta poco para que termine este embarazo que ha sabido ser (es) hermoso, cantado, pintado, vibrado y acompañado por familia, amigos y amigas que nos encargamos de seleccionar; o que (digámoslo así), a esta altura, la vida se ha encargado sabiamente de seleccionar por nosotros... Hoy es de esas noches en las que me cuesta un poco dormir y si bien el futuro es incierto yo espero que me encuentre así, despierta. ✨ La de ahora es una sensación difícil de describir, pero sería algo así como cuando ves el cielo estrellado tirado en el pasto después de haber jugado como niña con tus perros hasta cansarte, y te recorre una sensación que atraviesa tus sentidos. Mientras escuchas la naturaleza que te enseña una canción que nunca antes habías oído, oles el aire como por primera vez porque hace tiempo no lo sentías tan puro; la piel se te eriza por lo chiquitita que sos ante tanta inmensidad, y los ojos se te empañan encandilados por las estrellas, pero no querés cerrarlos esperando que aparezca la estrella fugaz para pedir tu deseo; entonces estiras la mano y te la agarra tu compañero que esta a tu lado. Sacás la vista de las estrellas para verlo y te das cuenta que él siempre te estuvo mirando...
Fotografía por Imagen Primitiva.
Comments